Cuando una empresa decide utilizar el servicio de nubes se encuentra con la primer y más importante cuestión: ¿Utilizar una nube pública o una privada? En este artículo te contamos cuál es la mejor opción según los objetivos que tiene cada firma y la diferencia en cuanto a seguridad e inversión.
Cuando hablamos de soluciones de nube, tenemos diferentes estructuras: las nubes públicas, las privadas e incluso la opción de “híbridas” que significa usar ambas al mismo tiempo. Todas tienen diferentes ventajas y la elección de una depende especialmente de cómo se estructura la empresa que va a contratar el servicio y lo que está buscando.
Alexander Van Der Pol, Head of Cloud Infrastructure de Penguin, explica que las nubes privadas están mayormente orientadas a los negocios propios, ya que se puede tener un mayor control del ambiente. En este caso, se necesita personal con más experiencia que pueda escalar las soluciones.
Por otro lado, en las nubes públicas el ambiente es de uso compartido, es decir, que los recursos son compartidos. De esta manera es más rápida la forma de poder desplegar servicios. Si bien se requiere también conocimiento para manejar las soluciones, es más fácil manejarlas en la nube pública que en el caso de una nube privada.
Van Der Pol comenta que en Penguin se pueden encontrar ambas soluciones. Cuando se habla de nubes privadas, Penguin levanta entornos virtuales sobre su propio datacenter para el uso exclusivo del cliente de ellos. De esta manera, Penguin puede ayudar a sus clientes a integrar las diferentes necesidades en un mismo entorno.
Por otra parte, si se opta por nubes públicas, Penguin trabaja con tres grandes marcas que son Amazon AWS, Microsoft Azure y Google Cloud.
Según la recomendación que nos da Alexander, es preferible la utilización de nubes públicas en el caso de las empresas que aún no han hecho demasiada inversión en el área tecnológica o que tiene poco o ningún personal dedicado a IT (Information Technology). “Nosotros podemos provisionar los servicios directamente, en vez de que la firma necesite requerir un entrenamiento específico a su personal o se vea obligada a hacer una gestión diaria”, expresa el especialista.
Entonces, es así que las nubes privadas son la opción perfecta para las empresas que ya han hecho soluciones de datacenter o inversiones en la virtualización, y que buscan un mayor control sobre su entorno virtual. Si se elige esta opción, generalmente las firmas suelen poseer mayor personal en IT, por lo que se espera un trabajo en conjunto entre Penguin y la empresa.
De esta manera, Van Der Pol deja claro que ambas opciones de nubes tienen sus puntos fuertes. “Tampoco podemos descartar el uso de nubes públicas en empresas grandes, ya que estas dan acceso a herramientas y plataformas que generalmente para tenerlas en un ambiente privado, se necesitaría mucha inversión”, indica. Se refiere a por ejemplo plataformas para análisis de datos o de inteligencia artificial a las que uno puede acceder a través de las nubes públicas con mayor accesibilidad.
¿Es una nube más segura que otra?
Un punto que preocupa a cualquier empresa es el nivel de seguridad en el que se trabajará en un entorno. Sobre esto, existen diferencias en ambas nubes. En las públicas, la gran parte de la seguridad es cubierta por el proveedor, es decir por las marcas.
En el caso de las nubes privadas, la responsabilidad de la seguridad se traslada al cliente, por lo que implica también una mayor inversión por parte de la firma. Si la empresa ya está trabajando en una solución de ciberseguridad, entonces se busca que ella también se despliegue en las nubes privadas. De igual manera siempre se trata de un trabajo en conjunto entre el cliente y su proveedor.
Finalmente, Van Der Pol comenta que Penguin y todo su equipo de profesionales están listos para analizar los requerimientos o problemas de cada cliente y en base a eso recomendar el uso de una nube pública, privada o el uso de una mezcla de ambas.