Existe una visión apocalíptica del impacto de la Inteligencia Artificial sobre el mundo del empleo. Entre mitos y verdades, lo que en realidad sucede es que la IA es una herramienta que no tiene por qué reemplazar las funciones laborales, sino fortalecer los procesos y ser un aliado en el desarrollo de las actividades laborales.
Lo que no podemos desatender es una realidad propia de los tiempos de innovación, llamada destrucción creativa, donde algo nuevo es tan disruptivo que deja fuera de juego a su estadio anterior de evolución. Por dar un ejemplo: Miles de carrozas tiradas por caballos quedaron obsoletas cuando el automóvil entró en el juego. El automóvil no buscaba competir con los caballos, simplemente quería ser independiente de la tracción a sangre, más veloz, menos dependiente de logística del manejo de animales, disposición de residuos, etc. No fue una mejor compañía de caballos más eficientes y al menor costo, sino toda una industria nueva que dejó obsoleta a la industria anterior.
La IA no sustituye la inteligencia humana
La IA puede automatizar algunas tareas que realizamos de manera cotidiana, pero no puede reemplazar nuestra capacidad humana para tomar decisiones complejas, pensar creativamente y resolver problemas. La IA se centra en tareas repetitivas y programables, mientras que los humanos son mucho más versátiles en su pensamiento y capacidad de adaptación a situaciones variables e inesperadas. Las respuestas automáticas a un correo electrónico que nos puede ahorrar horas de vida y energías productivas, como también la calendarización de eventos recurrentes son actividades que ya tenemos disponibles hace tiempo y que son parte de los primeros ejercicios de la IA. No viene a sustituirnos, viene a permitirnos que todo lo que puede ser automatizado nos ahorre tiempo, energías y reduzca el margen de error.
Es una herramienta complementaria al trabajo humano, no suplementaria.
La IA nos da la posibilidad de ser más productivos
La IA puede ayudarnos a ser más productivos y eficientes en nuestros trabajos. El mismo ejemplo que dábamos sobre los correos automatizados: las tareas repetitivas y mecánicas. Tener que prescindir de estos procesos que pueden ser derivados a la IA nos permite enfocarnos en tareas que requieren habilidades propiamente humanas, como la toma de decisiones, la creatividad y la propia interacción con otras personas. Por ejemplo, la IA puede darnos ideas e investigaciones que podemos usar para una novela, pero no puede escribir la novela por nosotros, aunque parezca que sí. ¿Por qué no puede? Porque no sabe cómo hacerlo. La IA tiene capacidad generativa, pero no creativa. ¿Cuál es la diferencia? Si una persona le pide crear una imagen de un gato con alas, la IA toma toda la información que tiene referente a los gatos y a las alas, uniendo esas dos ideas, pero a la IA no se le ocurrió por sí misma crear esa imagen del gato alado.
La IA puede mejorar la seguridad en el lugar de trabajo
Uno de los campos donde la IA tendrá desarrollo muy rápido es en el campo de la seguridad laboral. Basados en la experiencia de los vehículos autónomos tripulados y no tripulados, está demostrado que la IA puede identificar situaciones peligrosas, tomar medidas preventivas y predecir riesgos inminentes. La IA puede ayudar a que las personas no estén expuestas innecesariamente a peligros que antes requerían acción humana directa, por citar un caso extremo: desactivar una bomba u operar un material radioactivo en una planta nuclear. La IA reducirá el número de accidentes e incluso muertes en varios contextos laborales.
La IA puede crear nuevos empleos y fortalecer emprendimientos
La IA no solo puede mejorar la eficiencia y la seguridad en los espacios laborales, también puede crear nuevos empleos alrededor de la tecnología. En la medida que la IA se siga desarrollando, se crearán nuevos empleos en el análisis de datos y la programación de Inteligencia Artificial. Además, la IA crea nuevas oportunidades a pequeños emprendimientos, ya que permite automatizar muchas funciones a empresas que todavía no cuentan con la capacidad de conformar equipos de trabajo sólidos y que luego puede resultar en la creación de empleos adicionales. Por lo tanto, la IA no solo no te quitará el empleo, sino que también puede crear nuevas oportunidades para el crecimiento y el desarrollo de tu vida profesional.
No repeler, abrazar
Cuando llegaron las primeras computadoras de escritorio, compañías como IBM supieron adaptarse a la tendencia y dejaron de producir máquinas de escribir, lo que les permitió seguir vigentes en el mercado, diversificar e incluso volverse referentes en las nuevas tecnologías. La IA nos regala esa oportunidad: mientras más rápido realicemos nuestra transición tecnológica dentro de nuestra profesión, negocio o empresa, nuestra capacidad de innovar y no quedar fuera del mercado será un diferencial que nos permitirá seguir creciendo en el tiempo.
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