En un mundo donde la tecnología nos encuentra cada día con nuevas innovaciones que llegan a velocidades vertiginosas, el mundo del trabajo se está transformando y la forma en que adquirimos capacidades para el empleo también. La conectividad nos ha abierto un universo antes inaccesible a una infinidad de oportunidades en lo que respecta a la preparación para el mundo del empleo. Las ofertas de formación online ha llegado para marcar una nueva pauta para la adquisición de conocimientos de manera autodidacta.
Esta modalidad de entrenamiento ha consentido que cualquiera de nosotros, independientemente nuestra ubicación geográfica, podamos acceder a oportunidades de formación en las universidades más prestigiosas del mundo, sin cargo alguno o con un precio accesible. Lo fascinante de este mundo es que el abanico de ofertas es del tamaño de la curiosidad humana: desde carreras universitarias completas hasta cursos de alfarería, todo disponible, todo al alcance de nuestras manos.
Las personas con ganas de aprender de manera autodidacta pueden desarrollar su carrera de manera flexible y con una especificidad más ajustada a sus necesidades según lo que estén buscando en ese momento, ya sea una inserción laboral rápida o la construcción de una carrera a largo plazo.
La realidad académica de nuestra juventud es compleja y esta modalidad derriba varias barreras que en el pasado dificultaban que una persona pueda cumplir con sus objetivos académicos. Nuestros jóvenes son personas económicamente activas desde muy temprana edad y las condiciones de ingresos familiares no siempre permiten que uno pueda dedicar todo su tiempo a llevar adelante una carrera universitaria. Se le puede sumar a esto que el horario de salida de gran parte del mercado laboral coincide con el horario de entrada de la mayoría de las ofertas académicas, a lo que debemos considerar el tiempo de traslado, la deficiencia del sistema público de transporte y la capacidad que realmente puede tener un estudiante de desplegar su potencial luego de una jornada laboral extensa, sumada al trajín de la movilidad y una muy probable nutrición incompleta.
En la ecuación se contemplan varios costos que resultan significativos, considerando que gran parte de nuestra juventud percibe el salario mínimo vigente, podemos estimar que al menos 50% de sus ingresos son destinados al “operativo estudio”, sin saber si el mismo va a culminar con éxito y en el caso de culminar con éxito, si las oportunidades laborales dentro de su profesión estarán abiertas.
En esta perspectiva, el entrenamiento autodidacta es por varias razones más accesible que el entrenamiento tradicional. Los costos de matrícula y los gastos asociados al modelo actual de educación tradicional, se reducen significativamente en una carrera autodidacta.
El punto central de esto es algo que no se enseña, sino que se entrena: la disciplina. Una carrera tradicional no regala el título simplemente por pagar una cuota, la misma seriedad con la que uno asume una carrera tradicional debe ser la que uno toma con el camino autodidacta. Se debe ser constante, meticuloso, aplicar los conocimientos, practicar, buscar una sincera comprensión de los temas tratados y no dar vuelta la página por el simple hecho de llegar al siguiente capítulo y aburrirse menos. Si se pierde motivación y compromiso, no se avanza.
La inserción de personas autodidactas en las empresas, en especial en aquellas del rubro tecnológico, es en muchos casos mayor al 60% de toda su nómina. Esto se debe en parte a la alta demanda de personal que tienen este tipo de empresas y a que el sistema académico convencional sigue utilizando modelos educativos del SXIX para ofertas laborales del SXXI, hacen que los autodidactas cumplan con todas las expectativas de los empleadores de este tipo de empleos.
Considerando también que las carreras autodidactas carecen de interacción social, de trabajos en equipo, de todo lo que implica el ritual de estar unidos en un espacio físico, donde uno puede ayudar a otros y los otros pueden motivar a uno, encontrar el camino de equilibrio y disciplina para seguir de manera constante y eficiente una carrera autodidacta es fundamental, además de considerar que abre las puertas a personas que de otra manera no podrían haber soñado siquiera con tener acceso a una carrera tradicional.
La tecnología transformó y seguirá transformando nuestra manera de ver el mundo, podemos estar atentos a las oportunidades que traen consigo esos cambios o podemos quedar estancados en un pasado inmóvil e inerte.
De ninguna manera expresamos una mirada que busca socavar el valor de la educación formal, la misma es y sigue siendo una llave que abre muchas puertas al mundo y es fundamental para el desarrollo no solamente profesional, sino personal de muchas personas.
Los avances de los tiempos obligan a replantearse la manera en que aprendemos, estudiamos y lo aplicamos para la vida. Las máquinas de escribir se siguieron fabricando durante varios años luego del lanzamiento de las primeras computadoras de escritorio, hasta que se dieron cuenta que de un día para otro iban a ser absolutamente obsoletas y puestas en museos o como decoración vintage en algún rincón melancólico. Lo mismo puede pasar con todas las personas, empresas, instituciones que hoy siguen elaborando máquinas de escribir cuando los avances nos gritan que el camino a seguir es otro.