La criptominería se hizo muy popular en el mundo de las finanzas digitales y cada vez se escucha más y más acerca de ella. Sin embargo, no se sabe mucho respecto a las tecnologías que están detrás. Te contamos un poco de lo que implica la creación de los famosos bitcoins.
En primer lugar, hay que saber que la tecnología clave detrás de la criptominería es la blockchain, que es básicamente una cadena de bloques de datos, cada uno conectado al siguiente mediante criptografía. Cada bloque contiene un conjunto de transacciones recientes, y una vez que se completa un bloque, se agrega a la cadena y se vuelve inmutable, lo que significa que no se puede modificar sin cambiar todos los bloques siguientes.
Con el fin de asegurar la integridad y seguridad de la blockchain se utiliza lo que se denominan “pruebas de trabajo” o “proof of work” (PoW) por sus siglas en inglés. Aquí, los mineros compiten entre sí para resolver un problema matemático extremadamente difícil, que requiere a su vez, una gran cantidad de potencia informática.
Este problema se basa en encontrar un valor hash que cumpla con ciertos requisitos, lo que implica ensayar diferentes combinaciones hasta encontrar una que cumpla con los criterios establecidos. Una vez que el minero encuentra la solución, lo anuncia a la red para su verificación. Se espera que la solución propuesta sea válida y las transacciones incluidas, legítimas. Si se logra, el bloque se agrega a la cadena y el minero que resolvió el problema recibe una recompensa en forma de nuevas unidades de la criptomoneda y las tarifas de transacción asociadas con las transacciones incluidas en el bloque.
La criptominería requiere un gran poder de cómputo y consumo de energía debido a la complejidad de los problemas matemáticos que deben resolverse. Los mineros a menudo invierten en hardwares especializados, como ASICs (circuito integrado de aplicación específica), para aumentar su capacidad de minería y obtener una ventaja competitiva en la red.
Evolución de las tecnologías en criptominería
Las pruebas de trabajo o PoW han evolucionado y, según los entendidos en la materia, son robustas y confiables en cuanto a protección de redes contra ataques maliciosos. No obstante, su inconveniente es la alta demanda de energía y escalabilidad limitada, por el crecimiento exponencial de la potencia de cálculo requerida.
Ante esta situación, la “prueba de participación” o “proof of stake” (PoS) surgió como alternativa al PoW. Esta permite validar bloques de transacciones basándose en la cantidad de criptomonedas que poseen y están dispuestos a "apostar" como garantía. Asimismo, aborda los problemas de consumo energético y escalabilidad. En lugar de depender de la potencia de cómputo, el PoS asigna la capacidad de validar transacciones en función de la cantidad de criptomoneda que un individuo posee. Esto elimina la necesidad de equipos costosos y el alto consumo de energía asociado con la minería PoW.
Tanto el sistema PoW como el PoS han avanzado a fin de superar sus limitaciones y adaptarse a las necesidades cambiantes de las redes blockchain. Por ejemplo, existen variantes del PoW que buscan reducir el consumo de energía, como el "Proof of Capacity" y el "Proof of Burn". Mientras que el PoS ha desarrollado mecanismos para garantizar la participación activa y honesta de los validadores, como el "slashing", que penaliza a aquellos que intentan manipular el sistema.
Penguin Group es una empresa que apuesta al uso de energías limpias para el desarrollo informático. Recientemente, ha concretado un convenio con una empresa internacional para trabajar en criptominería bajo condiciones y parámetros legales.